Afronto los Juegos Olímpicos como si fuesen mi primera competición
El waterpolista egarense de orígen cubano Iván Pérez, pondrá el punto final a su extensa carrera deportiva en la cita olímpica de Londres. Iván Pérez, que reside en Terrassa desde 1998, dirá adiós de manera definitiva a un deporte que lleva practicando desde que era un niño en La Habana.
Se propone salir por la puerta grande. Es decir, consiguiendo una medalla olímpica que le serviría para completar su brillante colección de títulos. Más allá de si consigue o no el éxito que lleva persiguiendo desde Barcelona’92, su nombre pasará a la historia como unos de los más grandes iconos del waterpolo estatal.
Después del quinto lugar obtenido en Pekín’08, ¿en Londres, ya toca colgarse la medalla?
Ojalá que sí. Para eso hemos estado entrenando durante todo este tiempo. Lucharemos por conseguir una medalla que a todos nos haría muy felices. Personalmente, lograr una medalla olímpica significaría poner el broche de oro a mi palmarés, ya que es el único título importante que todavía se me resiste.
¿Ve al equipo preparado para conseguir este gran reto?
Sí, por supuesto. Todo el grupo llega a los Juegos perfectamente mentalizado para competir. Veo al equipo con la madurez y la experiencia necesaria para afrontar la competición con garantías de éxito. Luego, en el deporte puede pasar cualquier cosa porqué no habrá ningún rival sencillo de superar, pero lo que está claro es que vamos a darlo todo para lograr el mejor resultado posible. De momento, nos encontramos en fase de preparación y todavía no podemos saber si llegaremos a Londres al nivel óptimo de juego, pero las sensaciones son buenas.
¿Se han fijado algún objetivo en concreto?
La oportunidad de disputar unos Juegos Olímpicos es algo que no se presenta muy a menudo. Por esta razón, creo que todo deportista que afronta esta competición debe aspirar a lo máximo. Nuestro objetivo es acabar el torneo de waterpolo en el peldaño más alto del podio. Y creo que estamos capacitados para ello.
¿Qué selecciones cree que van a ser sus principales rivales?
Todos los equipos que se clasifican para unos Juegos Olímpicos son del máximo nivel y, entre ellos, hay varios con mucho potencial. Los países balcánicos como Serbia, Croacia o Montenegro siempre parten en el grupo de selecciones favoritas, igual que Hungría, Estados Unidos o Italia, que es la actual campeona del mundo. Creo que todos tenemos un nivel muy parejo y los pequeños detalles decidirán en cada partido. Creo que mantener la máxima concentración a lo largo de cada partido será un elemento clave para decantar la balanza hacia nuestro lado. En caso contrario, el mínimo despiste nos puede pasar factura y pagarlo muy caro.
A última hora se cayó de la lista de convocados el también egarense Iván Gallego.
¿Se lo esperaba el equipo?
La verdad es que durante los últimos años está habiendo un nivel muy alto en el waterpolo español. Hemos formado un equipo muy bueno y esto provoca que haya mucha competencia. Ya sabíamos que en la convocatoria definitiva habría dos jugadores descartados. En este caso, el seleccionador creyó que lo oportuno era dejar fuera a Iván Gallego y Eric Marsal, quizás por qué estimó que sus posiciones ya estaban bien cubiertas o por qué se decantó por otros jugadores de perfil más ofensivo. De momento, Iván sigue con el grupo por si hubiera alguna lesión de última hora. Quedarse a las puertas de una competición tan importante siempre es duro y, por eso, entre todos le hemos dado todo nuestro ánimo. Creo que es un jugador que todavía es joven y, por su proyección, seguro que tendrá la oportunidad de asistir a los siguientes Juegos.
¿Qué siente usted personalmente al afrontar los últimos partidos de su carrera profesional?
Aunque sea la última competición en la que voy a participar, voy a tomármelo como si fuera la primera. Soy consciente de que no voy a tener ninguna otra posibilidad de conseguir una medalla olímpica y esto me hace sentir unas ganas enormes de cuajar una buena actuación ayudando al equipo con todo lo que yo pueda aportar.
¿Qué le llevó a tomar esta decisión?
Las lesiones y el cansancio acumulado han sido factores claves a la hora de decidir mi retirada. Llevo muchos años jugando al waterpolo y sentí que era el momento de dejar paso a la gente joven y que ellos sean los que sigan manteniendo el nivel en los más alto.
¿Se sienten presionados por mantener la buena línea de la selección de waterpolo en las últimas décadas?
Saber que todo el mundo espera que tu equipo regrese a casa con una medalla es algo que te motiva, por qué significa que la gente nos tiene en cuenta y deposita confianza en nuestra selección. El waterpolo es un deporte minoritario y los Juegos Olímpicos nos conceden la oportunidad de darnos a conocer ante el gran público. Por este motivo, afrontaremos la competición con ganas de ofrecer la mejor imagen posible.
De todos las experiencias que ha tenido en unos Juegos Olímpicos, ¿cuál es el mejor y el peor momento que le ha tocado vivir?
Tengo muy buenos recuerdos de todas las citas olímpicas a las que he asistido. Quizás uno de los mejores momentos fue el de poder vivir mis primeros Juegos, en Barcelona’92. Por otro lado, creo que lo peor ocurrió cuando no pude ir a los Juegos de Sydney’2000 con la selección española por problemas burocráticos.
¿Qué va a ser de Iván Pérez al concluir los Juegos de Londres?
Me gustaría seguir vinculado al waterpolo ejerciendo de entrenador. Ya poseo el título nacional y mis planes de futuro pasan por empezar a coger experiencia en los banquillos, dirigiendo al equipo que me propongan, ya que, tal y como están las cosas, no creo que tenga demasiadas opciones para escoger. No me planteo otra cosa que no sea seguir ligado al deporte que tan buenos momentos me ha dado.
¿Se plantea regresar a Cuba algún día?
Aquí me quedo, es lo único que puedo contestar al respecto. No me imaginaba hace años haber llegado hasta aquí. La vida es como es y no me arrepiento de nada, porque además aquí en España me lo han dado todo y estoy muy agradecido”.
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