viernes, agosto 31, 2012

La gloria de estar inmortalizados en el Teatre Principal

¿A quién no le gustaría figurar siempre en la fachada de un gran equipamiento cultural? En la del Teatre Principal, Joan Prat i Ubach y Emili Daura i Oller, actor y músico respectivamente, lo lograron. Sólo hay que alzar la vista y verlos.





El 14 de abril de 2011, el Teatre Principal se vestía de gala. Tras años en la penumbra, sin funcionar; después de una larga agonía, el gran coliseo terrassense cobraba una nueva vida tras una profunda remodelación.Volvía su esplendor. Se reestrenaba este emblemático equipamiento cultural terrassense, casi cien años después de aquel 15 de diciembre de 1911 en que el teatro se inauguró en su actual emplazamiento tras un primer Principal situado en otra ubicación. De la decoración escultórica original de la fachada del Teatre Principal queda poco del viejo edificio. Lo explica Domènec Ferran en el volumen elaborado sobre su historia y que fue publicado en 2011: “Queda el nom del ‘Teatro Principal’, que presideix la decoració de la façana, un grup escultòric monumental format per l’escut coronat de Terrassa, una garlanda de roses i dues figures femenines assegudes a cada costat, muses del teatre amb les màscares de la tragèdia i la comèdia sota seu. Dos lleons asseguts i afrontats sobresurten de la cornisa intermèdia de la façana, on el volum és més ample.També hi ha dos peveters metàl.lics decorats amb animals fantàstics o quimeres, a banda i banda, per sobre de la cornisa superior”. Domènec Ferran nos habla también de dos bustos pétreos. A pie de calle apenas son imperceptibles. Pero resultan egregios y ahí están, a cada lado, como si custodiaran el gran teatro desde tan privilegiada atalaya. Y tienen nombre y apellidos porquecorresponden a dos ciudadanos terrassenses. Comonos dice Ferran, son los bustos de dos artistas locales, el actor Joan Prat i Ubach y el compositor Emili Daura i Oller.

EN EL ANONIMATO

En otro libro, en este caso de Baltasar Ragón, se explica las biografías de ambos, que han pasado a la posteridad por ocupar tan señalado espacio, aunque lamentablemente en el mayor de los anonimatos. De Joan Prat señala Ragón que, por ejemplo, el 11 de febrero de 1879 obtuvo un gran éxito en el papel de protagonista de la comedia lírica “El rei tranquil”, en el Teatre del Retiro. “Cal esmentar que en aquesta obra hi prenien part la majoria d’elements de l’aristicràcia terrassenca”, remarca textualmente Ragón. Por otro lado, Joan Prat fue nombrado el 5 de abril de 1879 socio de honor de la sociedad “El Barret”. También nos dice Ragón que fue redactor de La Gaceta de la Producción Lanera y lo había sido de El Eco deTarrasa y La Revista Tarrasense. Joan Prat había nacido el 2 de febrero de 1826 y murió el 27 de marzo de 1885 en su domicilio de la calle del Nord. En la fachada del Teatre Principal su busto figura en la parte derecha, visto de frente. 

El busto de Joan Prat, a la derecha de la facha del teatro.
 

Emili Daura i Oller, por su parte, había nacido el 18 de febrero de 1845 y falleció el 21 de mayo de 1904. Como músico se dio a conocer en un concierto celebrado en el antiguo Teatre Principal el 1 de marzo de 1876. En esta actuación participaron tres orquestas y fue organizado a beneficio de las familias de los heridos y muertos que ocasionó la guerra carlista. Emili Daura triunfó fuera de Terrassa y nos dice textualmente Baltasar Ragón que“feu una tournée per Europa, dirigint l’orquestra en diferents teatres d’òpera, com en el Reial de Madrid, o la Scala de Milà”. De regreso a Terrassa fundó la orquesta “Antigua Trullassus”, que tuvo un destacado protagonismo en la ciudad. Profesionalmente, Daura se dedicó al Derecho y al crearse el Registro Civil, el 1 de enero de 1871, ya actuaba de juez municipal. Su última acta que firmó como tal fue el 30 de enero de 1893. En sus últimos años vivió un cierto tiempo en Barcelona, en donde fundó la Associació Literària i Artística. Sin duda, dos grandes personajes que han quedado inmortalizados en la señorial fachada del Teatre Principal, el gran teatro de la ciudad.


Si nos situamos frente a la fachada, el busto de Emili Daura se encuentra a la izquierda.

martes, agosto 28, 2012

Ana Copado: "Me cuesta creer que no estoy soñando"

Entrevista a Ana Copado, portera de la Selección Española de Waterpolo y medallista en los Juegos Olímpicos de Londres 

Ana Copado


No cabe duda que la experiencia siempre es un grado. A sus 32 años, Ana Copado Amorós encaró los Juegos Olímpicos de Londres sabiendo que lo más probable sería no disputar ni un solo minuto de competición. La portera suplente de la selección española de waterpolo tenía muy claro cuál iba a ser su rol antes de partir hacia la capital inglesa. No dispuso de la oportunidad de saltar al agua en todo el torneo, pero contribuyó con su veteranía dentro de un grupo con una media de 23 años de edad. El equipo femenino de waterpolo ya había pasado a la historia por ser el primer combinado nacional en clasificarse para unos Juegos. El éxito ya estaba cosechado. Sin embargo, lejos de conformarse con este hito sin precedentes, las “guerreras” dirigidas por Miki Oca se entregaron con todas sus fuerzas para plantarse en la final olímpica. No pudieron superar el último escollo, pero su asombrosa actuación será siempre recordada. El esfuerzo y el trabajo bien hecho hallaron su recompensa en formade medalla. Nunca la plata tuvo un color tan dorado.

¿Qué se siente al colgarse una medalla de plata en unos Juegos Olímpicos?
Es algo increíble. Cuando me colgaron la medalla creía vivir dentro de una nube. Ver desde tan cerca algo con lo que has soñado durante toda la vida... Sentí una felicidad inmensa, porque es un sueño hecho realidad. Todavía ahora me cuesta trabajo creer que realmente no estoy soñando. Sin ninguna duda, puedo afirmar que es la mejor experiencia deportiva que he vivido en mi vida.
 
¿Le molestó no poder disputar ni un solo minuto de la competición?
No. Evidentemente que me hubiera gustado, pero yo teníamuy asumido mi rol dentro del equipo. Además, si hubiera jugado, ésto hubiera significado que algo no iba bien: ya sea por una lesión de la portera titular (Laura Ester) o porqué el partido ya lo dábamos por perdido. Afortunadamente, nada de esto ocurrió y por eso no tuve ninguna oportunidad de jugar. Quizás en los últimos minutos de la final, cuando el partido ya estaba decidido...
 
¿No le vinieron ganas de pedírselo al seleccionador?
(Ríe) Esto me lo ha preguntado mucha gente.Yo creo que no hubiera sido nada oportuno decírselo, porqué él hace su trabajo y lo ha hecho muy bien, y no era momento de molestarle. Puede que en aquellos instantes no se acordara de mí, por la tensión que conlleva jugar una final pero, igualmente, creo que sacarme en el último minuto hubiera sido como una muestra de bajar los brazos y esta actitud no corresponde a nuestro equipo.
 
¿Qué cree que pasó en la final?
Estados Unidos afrontó el partido con mucha más experiencia, ya que era su tercera final olímpica y todavía no había ganado ninguna. Nosotras íbamos a por el oro, pero nos lo impidió un rival muy poderoso. Nos superaron en muchas facetas del juego. Sin embargo, nuestro equipo tiene cuerda para muchos años más. Es un grupo joven y de calidad. Seguro que tendrá oportunidades
para sacarse la espina.
 
La selección femenina de waterpolo fue una de las sensaciones del torneo. ¿El equipo era consciente del interés que había despertado en España?
Sí, al finalizar cada partido miraba el móvil y lo tenía lleno de mensajes. También en las redes sociales todo el mundo nos felicitaba por lo que estábamos consiguiendo y el interés creció partido tras partido. En nuestro ámbito no estamos nada acostumbradas a aparecer en la prensa y ciertamentedurante los días de competición los periodistas nos desbordaron.
 
¿Cree que estos Juegos Olímpicos han servido de reivindicación para el deporte femenino?
Más que reivindicarnos, lo que hemos logrado ha sido consolidarnos. El deporte femenino, aunque no se le conceda el mismo trato que el masculino, ya lleva muchos años trabajando y esforzándose para ganar terreno en este sentido. Estaría bien que algún día se le diera la misma importancia mediática a ambos géneros, porque todos tenemos losmismos méritos.
 
¿Cómo vivió los Juegos, dejando la competición al margen?
Es una pasada; una experiencia irrepetible. La verdad es que, pese a que ya tengo 32 años, lo que viví en Londres hizo queme planteara la posibilidad de aguantar todo lo que pueda al máximo nivel, y así poder vivir una nueva experiencia olímpica en Río de Janeiro de aquí a cuatro años. Desde que puse el primer pie en laVillaOlímpica, empecé a vivirlo con la máxima intensidad. Es una experiencia que seguro que nunca olvidaré.

Ramon Villajosana