Lorenzo Santamaría, Tony Roland, Miky y Jeanette hicieron vibrar a un público entregado con temas que marcaron una época
Noche para la nostalgia, para volver a aquellas melodías de los años de juventud, para revivir la magia de una música que marcó una época. Así fue el concierto dedicado a los míticos 70 que protagonizaron en la plaza Nova Lorenzo Santamaría, Tony Ronald, Miky y Jeanette, quienes desde el escenario cuajaron una noche mágica al conseguir con sus canciones que la nostalgia planease durante una hora y media larga por ese espacio.
Un concierto que registró un lleno absoluto y que contó con un público entregado desde el principio. Entre los asistentes es cierto que predominaron personas de la cincuentena hacia arriba, pero también acudió un público muy familiar (cuarentones con hijos)bastante numeroso.
noche mágica
“Hubo una época en que los jóvenes decidieron tener su propio estilo, su propia música”, dijo una voz en off desde el escenario instantes antes de empezar el concierto, la misma que luego añadió: “Los años no nos harán viejos mientras haya canciones que hagan palpitar nuestros corazones y nos hagan bailar.
Bienvenidos a esta noche mágica”. Por el escenario aparecieron entonces los cuatro cantantes y el público explotó de júbilo. Los 70 ya estaban aquí. Era momento de rejuvenecer y disfrutar.
La noche arrancó con el tema “Pretty Woman”, que Ronald, Santamaría, Miky y Jeanette cantaron juntos, para luego interpretar “Laidy Banana”, y “San Francisco Blues”, otros de los éxitos de aquellos años.
alegría y vitalidad
“Bona nit Terrassa. Esta noche vamos a volver a nuestra juventud”, espetó Jeanette al público al salir al escenario, donde inició su actuación en solitario con el clásico “¿Por qué te vas?”. Le siguieron “Cállate niña” y “Soy rebelde”, canción esta última que volvió a agitar la grada.
Miky, que en todo momento contagió alegría y vitalidad, le cogió el relevo a Jeanette y abrió su repertorio con “Enséñame a cantar”, tema con el que quedó noveno en Eurovisión en a edición de 1977. La romántica “El chico de la armónica” hizo que se encendiesen los primeros mecheros de la velada, a la que siguió “Bye bye Fraeulein”, para cerrar con un twister que hizo mover el esqueleto a todos. Mientras lo cantaba, Miky daba saltos por el escenario y decía:“Ytengo 68. Yes que el que vale, vale”. Yañadía socarrón:“Venga esas palmas, que me sienta realizado”.
Tony Ronald fue el último en intervenir en solitario y abrió su recital con la marchosa “I love baby”. Luego cantó “La llave” (muy aclamada)y “Perdóname amigo”, para cerrar a lo grande con “Help , ayúdame”, que fue canción del verano en 1971 y que todavía pervive en el imaginario colectivo.
Había pasado ya una hora y media de concierto y al público se le hizo cortísimo. Después de reclamar los bises de rigor, los cuatro artistas volvieron a saltar al escenario para interpretar esta vez todos juntos clásicos del rock que pusieron el broche a una noche redonda. Y antes de despedirse, una promesa:“Volveremos a Terrassa”, dijeron entusiasmados.
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